Las plantas son la base de la producción mundial de alimentos.
Más de siete mil especies de plantas se utilizan en la agricultura y en la alimentación de la humanidad. Además, se calcula que el 80 por ciento de la población mundial depende de la medicina tradicional, que emana de las plantas, por lo que la pérdida de especies vegetales causada por el cambio climático preocupa a muchos científicos.
La Asociación Internacional de Jardines Botánicos para la Conservación (BGCI por sus siglas en inglés)
Publicó recientemente el reporte titulado “Plantas y Cambio Climático: ¿cuál futuro?”, un documento de 98 páginas que muestra los vínculos entre la diversidad de plantas y el cambio climático y hace un llamado de atención al conocimiento y conservación de la diversidad vegetal mundial.
Los científicos que conforman el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés)
Estiman que durante los próximos años, la temperatura del planeta aumentará entre 1.8 y 4 grados centígrados. Las consecuencias de este aumento en la temperatura en un tiempo relativamente corto, serán el deshielo de los casquetes polares y los glaciares, periodos impredecibles de lluvias e inundaciones, alteración en los ritmos de cultivos, sequías prolongadas y procesos de desertificación de tierras. Esto, además de tener consecuencias para los ecosistemas, representa grandes cambios en las actividades económicas y el bienestar de la humanidad.
El reporte publicado en Internet por la BGCI
Reconoce que las plantas son la base en el ciclo del carbono, principal gas de efecto invernadero, y cumplen una función reguladora del clima, además de sostener toda la vida del planeta.
Los bosques del Congo, del Amazonas y del sureste de Asia.
Los bosques del Congo, del Amazonas y del sureste de Asia.
Albergan la mayor diversidad de plantas del planeta, de la cual dependen millones de personas. Las plantas remueven dióxido de carbono de la atmósfera durante la fotosíntesis y lo transforman para hacerlo disponible para el crecimiento y desarrollo de los animales y de los humanos. De acuerdo con el reporte, la destrucción de los bosques tropicales se estima en 13 millones de hectáreas por año, mientras que un 10 por ciento de las especies de árboles a nivel mundial se encuentran bajo amenaza de extinción.
Entre 1995 y 2006 se registraron los años más cálidos en la historia del planeta.
Desde los inicios de estos registros en 1850. El cambio climático podría provocar la extinción de hasta la mitad de las especies de plantas a fin de este siglo. Los efectos de dichas extinciones podrían ser catastróficos para la humanidad.
Los impactos negativos del cambio climático en las actividades agrícolas serán más severos en África tropical y en el sur de Asia, donde 75 millones de personas o más podrían estar en riesgo de sufrir hambre.
Los impactos negativos del cambio climático en las actividades agrícolas serán más severos en África tropical y en el sur de Asia, donde 75 millones de personas o más podrían estar en riesgo de sufrir hambre.
Por otro lado, el cambio climático traerá modificaciones en la distribución geográfica de algunas enfermedades tropicales como la malaria, que ya se detectó en altitudes mayores en los andes colombianos. En 2000 se registraron 150 mil muertes por temperaturas elevadas en lugares comúnmente templados.
Las plantas que viven en islas.
Son de particular importancia pues “no tienen a donde ir”, según el reporte. Con el aumento en el nivel del mar causado por el deshielo de los casquetes polares, algunas islas desaparecerán bajo el mar y otras se inundarán considerablemente. Entre estas plantas hay 300 árboles endémicos de Jamaica y 70 especies de árboles que se encuentran en los bosques de niebla de Cuba.
Otro grupo de plantas en riesgo por el cambio climático son las cactáceas. México es el centro de la diversidad de este grupo de plantas. Una de las regiones con mayor importancia para la conservación de cactus es la Reserva de la Biósfera de Tehuacán - Cuicatlán. Esta reserva representa el extremo sur de la región semiárida de Norteamérica y su diversidad vegetal la componen tres mil especies de plantas vasculares en un área de diez mil kilómetros cuadrados.
Por otro lado, las palmas.
Son buenos bioindicadores para el cambio climático. Se calcula que existen unas 2,200 especies de palmas en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Más de 264 especies se encuentran bajo amenaza de extinción en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, por lo que estos dos grupos de plantas merecen especial atención frente al cambio climático.
El reporte destaca una urgente necesidad de estudiar, entender y conservar las plantas del planeta y estar preparados para los próximos años.
El reporte destaca una urgente necesidad de estudiar, entender y conservar las plantas del planeta y estar preparados para los próximos años.
Los autores del reporte recomiendan una serie de acciones prioritarias enfocadas a las plantas: promover la conservación de los bosques tropicales, promover actividades de agroforestería y reforestación efectiva, contar con una base de datos acertada sobre la distribución de plantas en el mundo, sus amenazas actuales y futuras, el desarrollo de un servicio de información disponible en Internet sobre plantas y cambio climático y campañas de concientización pública sobre la importancia de la diversidad de plantas a nivel regional y mundial.
Ana Claudia Nepote
Centro de Investigaciones en Ecosistemas(Mexico)
Ana Claudia Nepote
Centro de Investigaciones en Ecosistemas(Mexico)
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